Varias calles dedica Torremolinos a mujeres que se destacaron por su labor en pro del pueblo. Tales vías públicas son, en primer lugar, las bautizadas con los nombres de las pioneras María Barrabino y Carlota Alessandri, que contribuyeron a trazar las sendas del turismo torremolinense en el primer tercio del siglo XX. Otra vía de suma trascendencia es la céntrica avenida consagrada a Isabel Manoja, Hija Predilecta de Torremolinos, en cuyo ajardinado rincón, en la céntrica avenida que ostenta su nombre, se alzaba el busto monumento -desafortunadamente sustraído- a la memoria de la incansable dama que gastó su vida en el camino de la fatigosa ascensión hacia la cumbre de la Independencia del pueblo.
No menos importante es la calle Maestra Miret, en honor de aquella célebre mujer tan querida de nuestros escolares de ayer y que plantó un jardín exuberante de cultura en el pueblo. Otras calles que en el entorno municipal ostentan nombres femeninos son las de: Carmen Montes, María Teresa, Lucía Márquez, Victoria Kent, Princesa Soraya, Ava Gardner, Brigitte Bardot, Marujita Díaz y Marifé de Triana, todas ellas relacionadas en algún sentido con Torremolinos y Málaga. Llevan asimismo nombres femeninos las calles de Madame Bovary y Madre Teresa de Calcuta, sin olvidarnos de las dedicadas a vírgenes y santas (Carmen, Madre del Buen Consejo, Santa Ana, Santa Rosa, Santa Mónica).
Nueve conocidas féminas, artistas todas ellas, ostentan el título de Turista de Honor de Torremolinos, en diferentes años: Norma Duval (1997); Rocío Jurado (1998); Marta Sánchez (1999); Isabel Pantoja (2002); Marifé de Triana (2003); María José Cantudo (2004); Diana Navarro (2008); Pastora Soler (2009), y María José Santiago (2011).
En algunas culturas la mujer es, desventuradamente, relegada sin consideración únicamente al estrado de los cenicientos quehaceres domésticos. Se le priva hasta del derecho de opinar y culturizarse. En la antigüedad ello era especialmente cierto en muchas culturas avanzadas, en que la mujer se veía totalmente obnubilada en el aspecto social, cultural y hasta religioso. Afortunadamente hoy la mujer, en los países libres, ha sabido romper las cadenas que la esclavizaban. Sin caer en el extremo opuesto del feminismo descontrolado, nuestras mujeres valoran y aprovechan en su justa medida las oportunidades de expresión que, en igualdad de capacitación y condiciones con el hombre, se les presentan en todos los niveles de la sociedad. Paradigma de ello son las mujeres de Torremolinos.
Digna de admirar es la exposición anual denominada “Muestra de las Mujeres Empresarias y Emprendedoras”, ejemplar iniciativa que organiza el Ayuntamiento de Torremolinos a través del Centro Municipal de la Mujer y que presentan las mujeres del municipio en la Plaza de la Nogalera. Esta singular exhibición industriosa abarca sectores como: Regalos, Complementos, Textil, Joyería, Bisutería, Energías Renovables, Terapias Alternativas, Ayuda a Domicilio... En la misma plaza tiene lugar todos los años la exposición de Encajes de Bolillos, labor tradicional que perpetúan las generaciones de mujeres y que en Torremolinos tiene su exponente en el taller del mismo nombre, ubicado en el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso.
Bien merecen nuestras mujeres de Torremolinos perenne tributo de gratitud por sus continuos desvelos y su firme apoyo en todo aquello que engrandece y beneficia al municipio.
MUJERES DE TORREMOLINOS
(Himno para las Asociaciones
de Mujeres de Torremolinos)
I
Torremolinos, tu mar
es el espejo del sol
y, tus mujeres en flor,
blancas palomas de sal.
Arriba, mujeres
de Torremolinos,
palomas del camino,
soles de amor y paz.
Arriba, mujeres,
siempre, siempre unidas,
sembrando por la vida
felicidad.
Por tu amor yo vibro,
eres tú mi latir,
llevo, sí, cautivo,
con anhelo sin fin,
Torremolinos, Torremolinos,
todo tu sol en mi corazón,
Torremolinos, Torremolinos,
todo tu mar en mi corazón.
II
Son del amor manantial
las aguas de tu pasión
y, tus mujeres al son,
blancas sirenas del mar.
Arriba, mujeres
de Torremolinos,
ninfas del mar divino,
mimos de espuma y sal.
Arriba, mujeres,
ancha la sonrisa,
bien alta la divisa
de la amistad.
Por tu amor yo vibro,
eres tú mi latir…
(Del libro “Torremolinos, mi sol, mi amor”)
