Alberto Casero, este es el nombre que se va a repetir, sin lugar a dudas, durante los próximos días en toda la prensa nacional. Se trata del diputado del PP que, con su error, ha hecho posible aprobar la reforma laboral del Gobierno. Una circunstancia rocambolesca que a estar horas continúa siendo objeto de análisis. La oposición lo tiene claro. Desde el PP su portavoz, Cuca Gamarra, llamaba la atención sobre la importancia de la votación en la que se ha producido este error. Por su parte, Vox, en boca de su portavoz, Macarena Olona, hablaba abiertamente de Pucherazo.
De hecho, piensan tomar medidas. Desde el Partido Popular aseguran que Casero votó a favor por un problema técnico y que, aunque posteriormente acudió a votar de forma presencial al Pleno, no se le permitió entrar. La dirección del PP sabía lo que había ocurrido… y por eso no celebró el lapsus momentáneo de Meritxell Batet. La presidenta del Congreso llegaba a anunciar por error que la reforma había sido derogada… y atención al gesto de Pedro Sánchez, que parecía ser consciente de la equivocación.
Una vez aclarada la confusión, llegaba la alegría de los miembros del Gobierno, que comenzaban a abrazarse entre felicitaciones.
Una fiesta que todavía puede aguarse… y es que el asunto podría llegar al Tribunal Constitucional. En este punto, hay que prestar atención a los antecedentes… En julio de 2020 el Congreso decidió repetir una votación tras detectarse un error de Marisa Saavedra, diputada de Podemos. Es más, la propia normativa del Pleno establece que el voto telemático ha de confirmarse vía telefónica, una comprobación que, en este caso, evidentemente, no se realizó.
Así las cosas, parece que el debate de la Reforma Laboral, lejos de terminar, no ha hecho más que comenzar.