"Ni Renfe ni Adif recibieron ningún aviso sobre posibles incidencias en la vía o sobre los cambios drásticos del incendio". Esa es la principal conclusión que ha querido aclarar Raquel Sánchez, ministra de Transportes, en su comparecencia en el Congreso para explicar el incidente del pasado 16 de agosto en el que el tren que unía Valencia-Zaragoza se vio envuelto en llamas por el incendio de Bejís (Castellón).
Una de las grandes preguntas tiene que ver con la autorización del viaje, algo que Sánchez ha explicado en la misma línea: "Adif autorizó la salida del tren porque no tenía conocimiento alguno sobre posibles incidentes. No se recibió ninguna comunicación".
De hecho, la maquinista observó una lluvia de cenizas, pero según la ministra, le comunicaron que por la zona no había ningún incendio: "La maquinista pregunta al Centro de Gestión de Tráfico y le dicen que no hay incendio. Pero al verlo, informa que cambiaba de cabina para retroceder".
Sánchez ha destacado los motivos del retraso en el tren a la hora de volver: "Varios pasajeros abandonaron el tren presa de un pánico lógico, pero tiraron de los frenos de emergencia y se activó el freno automático. Todo se retrasó pese a que la maquinista avisó por megafonía",
Los hechos están siendo investigados por la Guardia Civil y, según la ministra, "analizados de manera exhaustiva para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a producirse".
Raquel Sánchez también ha confirmado que mantendrá una reunión con la Generalitat Valenciana para analizar lo ocurrido.