De momento, según han confirmado fuentes del Ministerio de Justicia, la Abogacía del Estado no ha terminado el examen de los informes remitidos por las fuerzas de seguridad, que concluyen que Sortu no es más que un instrumento de Batasuna “al servicio de ETA”.
El propio ministro de Justicia, Francisco Caamaño, dijo ayer en Mérida que, si tras examinar los informes policiales, la Abogacía del Estado considera que el nuevo partido de la izquierda abertzale es sucesor de Batasuna, lo impugnará ante los tribunales y serán los jueces de la Sala del 61 del TS los que tendrán finalmente que decidir.
Dichos informes han visto clara la vinculación entre Sortu y Batasuna.
En concreto, la Policía asegura que existe un hilo conductor entre ambas formaciones y que detrás de los
promotores del nuevo partido, aparentemente “limpios”, está el entorno político de ETA.
La Guardia Civil sostiene la misma tesis y destaca en su informe que a la presentación de Sortu asistieron más de 30 antiguos cargos o militantes de Batasuna.