Además de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones, este viernes también ha tenido lugar la aprobación inicial de la futura ordenanza de prevención contra la contaminación acústica, conocida de forma más coloquial como ordenanza del ruido, que viene actualizar la que estaba en vigor desde el año 1999 y que había quedado ya "obsoleta".
Como ha explicado el delegado municipal de Medio Ambiente, Jaime Espinar, el objetivo principal es "regular y controlar el funcionamiento de actividades y eventos que puedan ocasionar ruido para garantizar así la buena convivencia ciudadana y el derecho al descanso".
La ordenanza consta de cinco títulos, noventa y siete artículos, disposiciones adicionales, transitorias y finales, así como de anexos, y se encuentra abierta a partir de ahora a las aportaciones que puedan realizar los demás grupos municipales. A la misma habrá que añadir el Mapa Estratégico del Ruio, caducado desde 2021, y que el Ayuntamiento prevé sacar a licitación este mismo año para su actualización.
El nuevo documento prohíbe expresamente el lanzamiento de fuegos artificiales y petardos en la ciudad, aunque supeditado al nuevo bando municipal que se elaborará este año para regular dicha actividad, concentrada sobre todo en las fechas navideñas.
Los partidos de la oposición se han mostrado a favor de la ordenanza. En este sentido, La Confluencia ha agradecido su redacción, aunque también ha señalado que a partir de ahora pondrán atención en su cumplimiento. Vox, por su parte, ha señalado que presentará algunas alegaciones, y la ha considerado "demasiado restrictiva" y también severa en la aplicación de sanciones económicas, algunas de ellas entre los 12.000 y los 300.000 euros, aunque con respecto a estos detalles, Espinar ha precisado que cuando se detecte alguna actividad o instalación que incumpla la ordenanza se abordará el tema desde el diálogo, sin tener que aplicar de inmediato el régimen sancionador.
A este respecto hay que subrayar una de las principales novedades de la ordenanza, ya que posibilita que los agentes de la Policía Local o el personal funcionario en funciones de inspección medioambiental formulen parte de denuncia por infracción leve ante los incumplimientos de este artículo que no requieran comprobación acústica. Un detalle que ha destacado el portavoz del PSOE, José Antonio Díaz, ya que era una de las demandas que planteaban los agentes en el desempeño de su trabajo.
La nueva ordenanza del ruido pone el foco en el derecho al descanso y protección del domicilio frente a la inviolabilidad por contaminación acústica (ruido procedente de usuarios de la vía pública, ruido producido por las actividades domésticas o los vecinos…), así como la tipificación de las infracciones en relación a dichos ruidos, estableciendo un procedimiento simplificado pero con garantías. Asimismo, impulsa la vigilancia, control y disciplina de la contaminación acústica en relación a aquellas actuaciones públicas y privadas; y establece las situaciones y criterios a seguir para la suspensión provisional de los objetivos de calidad acústica cuando existan circunstancias especiales que así lo aconsejen. Es una novedad que se incorpora para incluir a nivel municipal la normativa estatal y autonómica.