"Los jueces recibirán la petición y la estudiarán, nosotros anticipamos una pronta decisión", manifestó el portavoz del Departamento de Defensa, Jeffrey Gordon. Así pues, se espera que los jueces ordenen hoy el cese temporal de los 21 casos pendientes de la base naval en la bahía de Guantánamo, según informó un oficial relacionado con los juicios.
"Con el objetivo de dar tiempo al recién nombrado presidente y su administración para que revise las comisiones militares, el secretario de Defensa busca, por orden del presidente, congelar los casos pendientes durante 120 días", declaró el fiscal Clay Trivett en una nota remitida a los jueces implicados. Esta nueva medida de congelar los procesos judiciales hasta el 20 de mayo otorgaría más tiempo a la nueva administración para evaluar los casos y decidir su condena.
PETICIÓN CONJUNTA
Obama ha dicho en repetidas ocasiones que el centro penitenciario para sospechosos de terrorismo, que se ha convertido en un símbolo mundial de los abusos cometidos contra los detenidos por parte de Estados Unidos, tiene que ser cerrado lo antes posible. En ese sentido, el mandatario norteamericano aseguró que lograría cerrar la base naval probablemente en su primera semana de mandato.
Esta petición pide poner freno a las condenas de pena de muerte contra cinco prisioneros del centro penitenciario, entre ellos, Jalid Sheikh Mohammed, acusado de ser el 'cerebro' de los atentados contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Por su parte, activistas defensores de Derechos Humanos y abogados de defensa militar han instado al demócrata a que congele los tribunales especiales conocidos formalmente como comisiones militares y a juzgar los casos en tribunales regulares bajo las leyes que se aplican a todos los estadounidenses por igual.
Unos 245 presos permanecen retenidos en la prisión desde que la abrió la administración de Bush, en enero de 2002. El equipo de Bush intentó condenar por crímenes de guerra a 80 prisioneros, aunque sólo completó tres casos.
En su última rueda de prensa ofrecida el pasado 12 de enero en la Casa Blanca, el ex mandatario norteamericano, George W. Bush, aseguró que se mostraba en "completo desacuerdo" con la idea de que "la moral ha resultado dañada". "Puede que algunas personas de la élite no lo entiendan, pero el pueblo todavía comprende los valores de libertad de América, un país que proporciona mucha esperanza", agregó.