Esta mañana abre sus puertas una nueva edición, la XVI, de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, Expoliva, que es uno de los principales logros que ha conseguido nuestra tierra en las últimas décadas, uno de los signos más elocuentes de su ambición y precisamente en el sector más significativo de su economía, al que tanto ha ayudado esta Feria a espabilarse en todos los sentidos. Ha merecido la pena el esfuerzo de Expoliva. Cuando han pasado 30 años de aquel 1983 en que la Cámara de Comercio con ese presidente providencial que fue Hermenegildo Terrados del Cerro, promovió esta iniciativa, el avance ha sido muy importante, se han estado dando pasos muy sólidos y gracias en gran medida a esta Feria que se celebra cada dos años, el sector del olivar y del aceite ha experimentado una transformación que hasta hace poco era impensable con el pretexto de la escasa ambición por modernizarse y de buscar acomodo en un mercado cada vez más competitivo y exigente. Hay que valorar todas las aportaciones que durante este tiempo se han hecho para colocar a la Expoliva en el lugar privilegiado que hoy ocupa, como la referencia mundial de todo el sector, y esto se ha entendido desde el primer momento, para lo cual se han ido creando las infraestructuras que acogen durante estos días al certamen, muy dignas de un acontecimiento de tanta trascendencia y resonancia mundial. Y esto lo ha hecho Jaén, a la que también se ha criticado su falta de iniciativa y su excesivo conservadurismo y que al menos en este ámbito ha dado un paso al frente que tenemos que reconocer en su justa medida. No es fácil organizar un evento de estas características y en Jaén se está haciendo y a satisfacción de los expositores, que por eso en su gran mayoría repiten y dan una excelente nota a la Feria. De nuevo este año, los organizadores, la Fundación del Olivar y del Aceite de Oliva, de la Consejería de Agricultura, creen que se va a seguir notando el esfuerzo por la profesionalización de Expoliva, pues aunque se pretende contar con el apoyo de todos los jienenses, que al fin y al cabo el olivar y el aceite son nuestro patrimonio, de lo que se trata es de que quienes viven de esta riqueza, en España y en el mundo, conozcan todo lo que se mueve en torno a ella, sin olvidar la importancia de las ponencias y debates que siempre arrojan luz sobre nuestroo oro líquido, desde el punto de vista de sus propiedades o de las investigaciones que con él se realizan, lideradas desde la Universidad de Jaén, entre un capítulo mucho más amplio y ambicioso. Este año también se incluye de nuevo el Salón del Aceite que es un gran atractivo y que quiere simbolizar la presencia en este foro de los aceites del mundo.
En fin, la Expoliva, en un momento especialmente complicado para el sector, sobre todo a causa de los precios, tras una cosecha ruinosa y pendiente de una reforma de la Política Agraria Común (PAC) que puede ser una espada de Damocles, pretende ser un revulsivo y es sobre todo una Feria de la que Jaén se siente satisfecha y orgullosa. En el acto inaugural de hoy lamentamos que junto a las autoridades provinciales sólo vaya a estar presente el consejero de Agricultura, en su calidad de responsable máximo de la Fundación del Olivar y que tanto el presidente de la Junta como el ministro de Agricultura hayan decidido acudir en días posteriores, cuando las administraciones deberían figurar hoy todas juntas y en el inicio del evento para comprometerse a estar al lado del olivar y del aceite y de quienes peor lo están pasando que son los olivareros de Jaén, escépticos por las adversidades y que reciben una bofetada en forma de desprecio de los políticos, y bien que se nota que este año la Expoliva no cae en periodo electoral, tan propicio a la pasarela y a la concentración de autoridades que ya se confirma que acuden casi en exclusiva en busca de la fotografía. A pesar de todo nos quedamos con la Expoliva como el gran escaparate que proyecta a Jaén ante el mundo como ha entendido el Ayuntamiento de la ciudad que ha aprovechado para sumarse a la celebración y hacer de Jaén la capital mundial del aceite de oliva que es. Y subrayamos para terminar que con todas las dificultades, no se entiende Jaén sin su olivar y toda la provincia espera y desea que la mala racha pase y el aceite de oliva, por sus cualidades, esté en el sitio que le corresponde.
