Los abogados del ex primer ministro luso José Sócrates, que este viernes pasó a prisión domiciliaria tras más de 9 meses en la cárcel, anunciaron que recurrirán la decisión del juez por considerarla una "maniobra de propaganda".
En una rueda de prensa en Lisboa, los abogados João Araújo y Pedro Delille reiteraron que la Fiscalía lusa no tiene pruebas de los delitos que se le atribuyen a Sócrates -corrupción, fraude fiscal y blanqueo de capitales- y que está siendo retenido "ilegalmente".
"El Ministerio Público no tiene hechos, no tiene pruebas y no puede deducir una acusación (...) Es una maniobra de imagen y de propaganda para mostrar que está haciendo algo", señaló Araújo.
Por ello, la defensa va a interponer un recurso a la nueva medida disciplinaria, al entender que su cliente debería ser liberado.
El juez Carlos Alexandre decidió alterar el viernes las medidas aplicadas a Sócrates y enviarle a prisión domiciliaria sin pulsera electrónica.
El otro abogado, Pedro Delille, añadió que tiene la "seguridad" de que si hubiese pruebas y hechos la Fiscalía ya los habría presentado y señaló que en estos tres meses "se consolidaron los indicios de que no hay nada en este proceso".
Delille respondió así al comunicado enviado por la Fiscalía para justificar la alteración de las medidas disciplinarias, en el que recogía que en los tres últimos meses "se muestra reforzada la consolidación de los indicios, lo que disminuyó el peligro de perturbación de la investigación".
"Parten de la posición de que la prisión es la regla y cuando ven que no hay razones para sospechar, van reduciendo las medidas aplicadas", denunció Delille, que se mostró confiado de que en un plazo de tres meses el caso estará "archivado".
Sócrates fue detenido en el aeropuerto de Lisboa el 21 de noviembre pasado y el juez decretó su ingreso en la prisión de Évora tres días después ante sospechas de delitos de corrupción, fraude fiscal y blanqueo de capitales.
La justicia sólo indicó de forma oficial que las autoridades detectaron la participación de Sócrates en "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación".
Sin embargo, las filtraciones a la prensa apuntan a que contaba con una fortuna superior a los 20 millones de euros, que guardaba supuestamente en cuentas bancarias a nombre de un testaferro, su amigo Carlos Santos Silva, como contraprestación por su mediación para facilitar negocios en el extranjero a empresas lusas.
Sócrates era el único de los siete sospechosos implicados en el proceso que continuaba en la cárcel.