El abogado Manuel Hortas se ha encargado de la defensa de dos de las técnicas municipales acusadas por la trama jerezana del caso Gürtel. A la espera de la publicación de la sentencia, que estima puede hacerse efectiva en un plazo no superior a tres meses, confía en la total absolución de sus clientes, ya que sostiene que “este caso no tiene razón de ser”.
Hortas hizo estas declaraciones anoche en el espacio El templete de 7 TV Jerez, donde analizó el desarrollo del juicio y las fundadas expectativas en una resolución favorable. “Si la trama Gürtel está relacionada con casos de corrupción en los que aparece un determinado partido político, no tiene lógica que personas ajenas, no sólo a ese partido político, sino a simpatías o funcionamiento de ese partido político, se vean implicadas en una acusación como ésta”.
Del mismo modo, reconoció que no le había sorprendido que la Fiscalía Anticorrupción mantuviera la petición de pena para los cinco funcionarios municipales encausados, “porque suelen mantener sus peticiones en estos niveles”, pero, según apuntó, “el desarrollo del juicio no es lo que sustenta o justifica esas pretensiones. Este juicio no permite fundamentar con criterio las peticiones de pena que argumenta el Ministerio Fiscal”.
En este sentido, se aventuró a anticipar cómo debería quedar el caso: “Con la absolución de mis clientes, ya sea por la prescripción de los delitos o porque no han participado en los hechos. Podríamos decir que nos es indiferente”, aunque apostilló igualmente que “la sentencia debe recoger que ninguna de mis clientes hicieron ningún acto ilegal, porque ésa es la fundamentación. No es suficiente que se las absuelva por prescripción del delito”.
A este respecto, recordó que “ha sido un juicio descabezado. Sobre el mismo ha planeado en todo momento la sombra de la entonces alcaldesa de Jerez, a la que el Supremo había exculpado porque no había apreciado delito en ella. Ha sido una investigación sobre esta persona, pero que ha recaído sobre las cabezas de las personas enjuiciadas. Lo paradójico es que se enjuicia a personas que no solo estaban sin relación con el Gobierno de aquel momento, sino que eran funcionarios enfrentados al PP, que habían sido relegadas de sus puestos y que ni tenían acceso a las decisiones del gobierno”; con lo que “si el planteamiento de la acusación es que estos funcionarios están arriesgando su profesión y su futuro por colaborar con un gobierno con el que no participaban y no comulgaban, parece un planteamiento temerario. Habría que buscar al menos unos visos de complicidad”.
Un retraso “injustificado”
Manuel Hortas hizo alusión anoche al elevado número de años que han transcurrido hasta la celebración del juicio, siete en total, lo que, en su opinión, han sido demasiados, ya que estamos ante una causa “sin especial complejidad”. Y, obviamente, se trata de siete años en los que “mis clientas han estado imputadas, viviendo con angustia propia la situación en que se encontraban, vilipendiadas públicamente, embargadas, y eso es a todas luces innecesario”.