Un pionero sistema de envasado que permite reemplazar el oxigeno que se acumula en el envoltorio por una mezcla de gases inertes permitieron a los trabajadores del departamento de investigación del Grupo Mollete San Roque pronunciar la consabida exclamación, ¡eureka!. Lo habían conseguido: pasar de apenas tres días de caducidad a 21, con el reto de ampliar ese margen temporal al mes completo.
“Lo que principalmente diferencia este método de conservación del sistema congelado es la posibilidad de mantener inalteradas las propiedades gastronómicas del mollete, que llega fresco y con todo su sabor hasta las tres semanas”, resaltó el gerente del grupo antequerano, Juan Paradas, inmerso actualmente en un proyecto de cambio para su empresa.
Y es que para el próximo año el responsable de las dos líneas de producción de San Roque -por un lado molletes y por otro piquitos- levantará unas nuevas instalaciones en el Parque Empresarial Negocity, que tendrán capacidad para acoger una producción anual que superará las 300 millones de unidades de molletes.
No en vano, la empresa ha invertido algo más de 800.000 euros en renovar toda su maquinaria para adaptarse a los nuevos procedimientos de elaboración, a lo que se sumarán los seis millones que destinarán a la construcción de la fábrica.
“Estamos sumergidos en un proceso de cambios. Buena muestra de ello es nuestra nueva página web, www.mollete.com, totalmente mejorada y con una media de visitas mensuales que supera las 700”, continúo Paradas. De éstas, más de la mitad se convierten en nuevos pedidos. Difícil resistirse al sabor más artesanal.
RECETAS DIVERSAS
Como reto, desde la página web el grupo lanza una propuesta a todos los internautas: llegar a conocer hasta 500 formas diferentes de elaborar este panecillo. Dicen que en la variedad está el gusto. Aunque pocos llegan a alcanzar el sabor del mollete antequerano, degustado más allá de sus fronteras.